Regina caeli, laetare, alleluia.
domingo, 20 de abril de 2014
¡Resucitó!
Regina caeli, laetare, alleluia.
sábado, 19 de abril de 2014
Via Crucis
Ayer me preparaba para ir a una iglesia cercana a la tarde, cuando mis dos hijas mayores (11 y 10 años) me pidieron venir conmigo. Fiel a mi carácter huraño, al principio les dije que no, que prefería ir sólo, pero me convencieron y vinieron. No solo se portaron bien, rezaron con mucho recogimiento (incluso más del que suelen tener cuando van a misa) y cada una leyó un par de estaciones, sino que me pidieron ir de nuevo, incluso la menor me pidió que le compre un Via Crucis así puede aprender a rezarlo sola.
Quedé impresionado por el hecho: habitualmente mis hijas no prestan atención o pierden el interés cuando rezan, pero ayer siguieron con mucha devoción las Catorce Estaciones. Recién ayer me di cuenta, gracias al rezo con mis hijas, de lo impactante que es el Camino de la Cruz de Nuestro Señor.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Distintas realidades
Yo vivo en Salta, donde nuestro Arzobispo (a pedido de un grupo de fieles) ha establecido una misa dominical en una parroquia céntrica según la Forma Extraordinaria. Sin embargo, muchos fieles de otras diócesis argentinas se quejan de que SP no se aplica en esos lugares. No conozco Estados Unidos, ni la mentalidad de los fieles y del clero de allá. Sin embargo, es llamativa la diferencia.
(La imagen es la misma que ilustra la noticia de origen)
PD: llamativo, yo hablo fluidamente francés pero estoy suscripto a dos páginas en inglés (California Catholic Daily y New Oxford Review), en la que no soy tan ducho. ¿Alguno tiene una página en francés para recomendar, a la que uno pueda suscribirse? (además de www.summorum-pontificum.fr, que leo cada tanto)
sábado, 23 de abril de 2011
domingo, 25 de julio de 2010
De curas y liturgias
Hoy, por esas cosas de la vida, fuimos en familia a una misa vespertina que (pensaba yo de antemano) iba a ser un desastre. Es, de hecho, una de las misas que suelo evitar: guitarra rítmica estridente y pandereta, cura sin casulla, liturgia descuidada… en fin, todas aquellas cosas que nos hacen pensar, como al Cnel Kurtz, que estamos cantando al Señor en tierra extranjera. Para peor, apenas comenzada la misa, el bonachón cura (que cumple hoy años, si mal no recuerdo 77), explicó que la iba a hacer rápida, porque tenía que llegar a celebrar otra a unos 15 kms de la ciudad en una hora. De hecho, para “ahorrar tiempo”, decidió saltear la segunda lectura…
Sin embargo, algo desde el principio nomás me hizo pensar que la cosa no sólo no sería tan mala sino que incluso iba a superar largamente mis expectativas: en el típico saludo que hacen estos curas antes del Introito, que incluye el “buenas tardes” y el “cómo están”, explicó lo de la misa corta y adelantó de qué iba a hablar en el sermón, aunque no iba a tener mucho tiempo. La primera lectura (Gn 18, 20-32) le dio pie a hablar del pecado (sí, les aseguro, el cura usó la palabra repetidas veces) de sodomía (hasta explicó qué era), de la decadencia de la Argentina y del riesgo del más ignominioso pecado del aborto, que según nos recordó, está a las puertas. Nos llamó la atención sobre aquellos que, teniendo la obligación de frenar la ley no lo hicieron (a mí me sonó a tiro por elevación a algunos legisladores que se borraron) y, para rematarla, apoyado en el Evangelio de hoy (Lc 11, 1-13), nos mandó a todos a rezar por la Patria.
De ahí en adelante, no tuve ninguna objeción hacia su liturgia. Hasta, debo reconocer, me gustó el canto del feliz cumpleaños (con palmas y todo) del final.
Es verdad, la Liturgia, objetivamente, no fue buena: los cantos fueron espantosos (y hasta desafinados, creo yo, aunque la música no es lo mío), improvisó parte del Canon en algunos momentos... pero la fe y la claridad moral del cura tapó todo. La crisis de la Iglesia no sería tan grave si tuviésemos más curas como éste.
jueves, 6 de agosto de 2009
Les Moines du Barroux
Hace unos meses, el cnel Kurtz publicó en su blog una entrada sobre los monjes de la Abadía de Sainte-Madeleine du Barroux, en la Provence francesa. A estos monjes se les había dado por editar y poner a la venta un DVD que muestra un día típico en sus vidas. De puro curioso, entré a la web de la Abadía y me compré el DVD, que me llegó a fines de junio. Lo vi ya unas cuantas veces: los monjes relatan toda la rutina de oraciones prevista en la regla benedictina, el trabajo que realizan para servir a Dios, la Lectio Divina, sus comidas y reuniones en la Sala Capitular y hasta sus paseos quincenales. La verdad es que impresiona: ver que en medio de la descristianizada Francia unos monjes viven del mismo modo que lo han hecho tantos hombres durante más de 15 siglos, ver la fe viva de esos hombres consagrados por completo al Creador, cuya vida bien puede resumirse en la frase que uno de ellos pronuncia hacia el final: "la gente dice que no servimos para nada; y ése es para nosotros el mayor cumplido: nosotros no servimos a algo, servimos a Alguien: servimos a Dios". Además, hay que decirlo, reconforta el alma poner la película y escuchar el relato de la vida de los monjes con el Canto Gregoriano de fondo.
Aquí el trailer del DVD.