jueves, 6 de agosto de 2009

Les Moines du Barroux


Hace unos meses, el cnel Kurtz publicó en su blog una entrada sobre los monjes de la Abadía de Sainte-Madeleine du Barroux, en la Provence francesa. A estos monjes se les había dado por editar y poner a la venta un DVD que muestra un día típico en sus vidas. De puro curioso, entré a la web de la Abadía y me compré el DVD, que me llegó a fines de junio. Lo vi ya unas cuantas veces: los monjes relatan toda la rutina de oraciones prevista en la regla benedictina, el trabajo que realizan para servir a Dios, la Lectio Divina, sus comidas y reuniones en la Sala Capitular y hasta sus paseos quincenales. La verdad es que impresiona: ver que en medio de la descristianizada Francia unos monjes viven del mismo modo que lo han hecho tantos hombres durante más de 15 siglos, ver la fe viva de esos hombres consagrados por completo al Creador, cuya vida bien puede resumirse en la frase que uno de ellos pronuncia hacia el final: "la gente dice que no servimos para nada; y ése es para nosotros el mayor cumplido: nosotros no servimos a algo, servimos a Alguien: servimos a Dios". Además, hay que decirlo, reconforta el alma poner la película y escuchar el relato de la vida de los monjes con el Canto Gregoriano de fondo.

Aquí
el trailer del DVD.

viernes, 17 de abril de 2009

¿Qué mueve a nuestra ciudadanía?

Este año van a cumplirse 8 años del Golpe Institucional perpetrado por Duhalde, el aparato peronista y buena parte del alfonsinismo contra el gobierno de F. De la Rúa, quien finalmente renunció el 20/12/2001.

Creo que todos recordamos bien aquella época: una economía en recesión desde hacía por lo menos dos años, un gobierno incapaz de solucionar la caótica situación económica, a la vez que muy debilitado políticamente desde la renuncia de Chacho Álvarez y el peronismo en la oposición que, desde su triunfo en las legislativas de octubre de 2001, estaba ávido por tomar nuevamente las riendas del poder. 
Recordamos todos cómo se desencadenó aquello: luego del famoso "corralito" de Cavallo, la gente salió con sus cacerolas a protestar; por otra parte, comenzaron los saqueos promovidos por los "demócratas" y "pilotos de tormentas", y en pocas horas el gris De la Rúa fue eyectado del gobierno.


Si miramos un poco lo que nos está sucediendo hoy, veremos que la situación se va pareciendo de a poco a aquella: por errores propios y problemas externos, la economía entró hace unos meses en recesión (pero viene desacelerándose por lo menos desde hace un año); el gobierno, al igual que en 2001, se muestra incapaz de hacer frente a los problemas, además de que su vicepresidente se ha pasado decididiamente a la oposición (la UCR, en este caso); la inseguridad ciudadana (fenómeno que en 2001 ya se vislumbraba) hace la vida insoportable a buena parte de los argentinos, sobre todo a los de los grandes conglomerados urbanos; el arco opositor (peronistas disidentes, PRO, UCR, Coaliación Cívica) amenaza con asestarle una dura derrota al oficialismo en las legislativas de este año, tanto que el gobierno se vio obligado a adelantar elecciones e inventar ese esperpento de las "candidaturas testimoniales". 
Sin embargo, salvo durante el conflicto con el campo del año pasado, la ciudadanía parece mirar todo esto desde lejos, impávida. Al parecer, deberá ocurrir un nuevo corralito para que las cacerolas vuelvan a sonar (de los saqueos ya se encargarán los de siempre). Parece que no aprendemos: no vemos llegar el abismo hasta que nos estamos cayendo.


martes, 31 de marzo de 2009

Felsenbama

Hace unos meses, Wanderer escribió un post con este mismo título, citando un artículo de J. M. de Prada que hacía referencia al libro "El Señor del Mundo", de R.H. Benson. Interesado por el tema, conseguí el libro y lo compré. La historia es atrapante: Benson imagina, desde principios del siglo XX, un siglo XXI dominado por la técnica, una Europa completamente descristianizada, y convertida a un comunismo que, a decir verdad, se parece bastante al progresismo actual. Los cristianos son unos pocos (y cada vez menos, puesto que las apostasías se suceden incluso entre el clero) y perseguidos en toda Europa, salvo en Roma. El presidente americano, Felsenburgh, es idolotrado como un dios por americanos y europeos, luego de haber logrado la paz con el Imperio de Oriente. A raíz de ello, los estados europeos deciden nombrarlo presidente de Europa.
El buen padre Percy Franklin, un cura inglés, es llamado a Roma para servir al lado del Santo Padre. Allí se entera del nombramiento de Felsenburgh como presidente europeo, y en ese instante le muestran una moneda de seis chelines, donde aparece la figura del nuevo presidente con la leyenda (en Esperanto, que es el idioma de esta nueva Europa): JULIANO FELSENBURGH, LA PRESIDENTE DE UROPO

Hasta aquí había llegado con el libro anoche, más o menos a la mitad del mismo. Pero hoy, mientras repasaba por Internet las noticias en los principales diarios argentinos, encontré en Clarín esta foto de una moneda Checa:


Me quedé de piedra, recordando aquello de Léon Bloy: "Cuando me quiero enterar de las últimas noticias, leo el Apocalipsis"