domingo, 20 de abril de 2014

¡Resucitó!


Regina caeli, laetare, alleluia.

Quia quem meruisti portare, alleluia.

Resurrexit, sicut dixit, alleluia.

Ora pro nobis Deum, alleluia.

Gaude et laetare Virgo María, alleluia.

Quia surrexit Dominus vere, alleluia.



sábado, 19 de abril de 2014

Via Crucis

Ayer, Viernes Santo, fui a la mañana a un Via Crucis de esos que organizan las parroquias, por las calles y con un guía que va leyendo las estaciones; además, en este caso, acompañado por un coro que cantaba francamente mal. Pero como casi siempre ocurre, este tipo de Via Crucis mutlitudinarios y muy ruidosos no suelen tener el ambiente de recogimiento necesario para poder reflexionar y orar en el Camino de Nuestro Señor hasta su Santa Cruz, por la que (como reza la tradicional jaculatoria) redimió al mundo. Por eso, desde hace muchos años suelo ir sólo a rezar el Via Crucis, con un ejemplar escrito por San Alfonso María de Ligorio como guía.
Ayer me preparaba para ir a una iglesia cercana a la tarde, cuando mis dos hijas mayores (11 y 10 años) me pidieron venir conmigo. Fiel a mi carácter huraño, al principio les dije que no, que prefería ir sólo, pero me convencieron y vinieron. No solo se portaron bien, rezaron con mucho recogimiento (incluso más del que suelen tener cuando van a misa) y cada una leyó un par de estaciones, sino que me pidieron ir de nuevo, incluso la menor me pidió que le compre un Via Crucis así puede aprender a rezarlo sola.
Quedé impresionado por el hecho: habitualmente mis hijas no prestan atención o pierden el interés cuando rezan, pero ayer siguieron con mucha devoción las Catorce Estaciones. Recién ayer me di cuenta, gracias al rezo con mis hijas, de lo impactante que es el Camino de la Cruz de Nuestro Señor.